Tras la contienda interna que ratificó al oficialismo en la conducción del comité provincial, la UCR bonaerense se dispone a entrar en un período deliberativo y de consulta con el objetivo de fijar posiciones frente al complejo escenario electoral que se dibuja en 2025.
Las legislativas del año que viene traen una serie de novedades que ponen incertidumbre dentro de las estrategias y armados electorales de los distintos espacios políticos. El radicalismo es uno de los principales afectados.
Por un lado, el gobierno de Javier Milei estudia eliminar las PASO a nivel nacional, en tanto que trascendió que Axel Kicillof tiene intenciones de hacer los mismo (eliminarlas o suspenderlas) a nivel provincial para lo cual requeriría de una ley que derogue la ley por la que la Provincia adhirió a la normativa nacional que impuso las PASO.
Además, la posibilidad de la derogación de la ley que impide la reelección de los intendentes por más de dos mandatos consecutivos, la coexistencia de dos sistemas electorales (BUP y lista sábana) que plantea la disyuntiva entre elecciones desdobladas o unificadas y el distrito único (los diputados ya no se elegirían por sección sino como parte de una lista única) describen un escenario desafiante para la ingeniería electoral.
Ante este potencial cambio de reglas y frente a un escenario de fuerte polarización, la UCR debate su futuro electoral con más incógnitas que certezas. En ese marco, el flamante titular del comité provincial, Miguel Fernández, aseguró que “no tenemos posición tomada” sobre posibles alianzas.
“No profundizamos la discusión en cuanto a desdoblamiento y alianzas, porque es prematuro. Vamos a consultar al radicalismo de toda la provincia, para lo que tenemos previsto una recorrida amplia que incluya los comités y el contacto directo con el afiliado”, adelantó Fernández en diálogo con este diario.
La extensa gira se propone dos objetivos: “Sanar las heridas de la interna y escuchar y tener la visión de la gente y no solo de los dirigentes. Teniendo en cuenta además, que no siempre hay coincidencias entre lo que piensa el radicalismo del conurbano y el del interior provincial”.
La consulta por supuesto incluye a los jefes comunales del radicalismo (la UCR gobierna en 27 de los 135 municipios de la provincia de Buenos Aires) nucleados en el influyente Foro de Intendentes de la UCR.
En este sentido, Maxi Suescun, jefe comunal de Rauch y referente del Foro, manifestó su pleno acuerdo con el recorrido de consulta planteado por Fernández. “Coincido con eso y creo que la mayoría (de los intendentes) coincidimos. En otros momentos, cuando la cuestión era más clara y con liderazgos muy consolidados y representativos, a veces hasta podría molestar la consulta porque te podían contestar ´te elegimos para que definas, para que conduzcas´”.
“Pero ahora ha habido mucho ruido para un lado y para el otro y creo que la mejor forma de no errar es tener un termómetro de lo que los radicales de cada distrito piensan y quieren”, dijo Suescun que consideró que nada está escrito en la piedra y no descartó incluso que la consulta traiga “alguna sorpresa”.
“Es una tarea que Miguel la sabe hacer de memoria y a mí me parece que es muy positiva para el radicalismo. En el foro no hemos hablado puntualmente hacia dónde debemos ir electoralmente, sí hemos hablado de esto, de que hay que volver a escuchar a la gente en los distritos”, señaló.
EL RADICALISMO BONAERENSE, EN LA ENCRUCIJADA
El desafío electoral que afronta el radicalismo es uno de los más complejos de su reciente historia. Al desmoronamiento de Juntos por el Cambio se suma la fuerte polarización que alienta el gobierno de Javier Milei, que lo pondría ante la disyuntiva de entrar en armados donde sería convidado de piedra o perseverar en “alianzas naturales” a riesgo de disminuir su chance electoral.
Para el diputado nacional Fabio Quetglas, el disgusto de la sociedad con la política tras 40 años de recuperación democrática lo pagó el radicalismo más que ninguna otra fuerza política.
“Como expresión del reformismo político, somos los grandes derrotados. En un contexto de fuerte polarización la sociedad eligió a Milei para enfrentar al kirchnerismo, generando un voto antisistema que nos golpea particularmente a nosotros”, señaló.
Según esta visión, las consignas del mileísmo de orden en el espacio público y en las cuentas públicas, aún sostenidas con agresión y hostilidad, permearon en muchos votantes de la UCR asqueados por el espectáculo decadente de la última gestión presidencial.
“¿Qué quieren nuestros votantes, un armado contra Kicillof o una iniciativa de más largo aliento de constitución de un espacio de centro a riesgo de que la polarización nos castigue?” se preguntó.
Si esta última es la opción, Quetgas alienta dirigir la oferta de coalición o alianza electoral “a nuestros aliados naturales: la Coalición Cívica, sectores del Pro disconformes, el espacio liderado por Emilio Monzó. Con una propuesta que integre el orden fiscal pero también valore los bienes públicos y el diálogo político”.
En la definición de la estrategia, el diputado nacional destaca que “hay un electorado, el más exigente, donde hay un cansancio de la polarización y que advierte que hay un proceso de deterioro de la institucionalidad sumado a la pérdida de 180 mil puestos de trabajo y ve dificultades en la recuperación económica”.
Ante el desafío que la situación plantea desde los interrogantes del año electoral, Qetglas se suma a la prudencia de los referentes partidarios que buscan auscultar la opinión del afiliado. “Miguel (Fernández) y Maxi (Suescun) están en la posición correcta: no apresurarnos y ofrecer a los bonaerenses una visión alternativa”, señala.
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